albufeira TOUR DE 2 DÍAS: El paraíso playero del Algarve

Día 1

Albufeira es el paraíso playero del Algarve. Este es nuestro tour de 2 días por Albufeira y el noveno día de nuestro tour por el Algarve.

Extendiéndose más de 30km a lo largo de la costa, la ciudad tiene un buen puñado de playas: algunas están abiertas de par en par con largas extensiones de arena, mientras que otras se encuentran entre acantilados a la espera de ser descubiertas.

Después de otro delicioso desayuno en Quinta do Freixo, dejé atrás las montañas de Loulé y me dirigí hacia la costa de Albufeira.

Decidí aprender más sobre la cultura de la ciudad antes de dirigirme hacia la orilla del mar. Empecé visitando la Galeria Pintor Samora Barros, una galería de arte situada en medio del casco antiguo de Albufeira. La galería lleva el nombre del pintor Samora Barros, que nació en Albufeira. El edificio en sí es impresionante, con sus paredes de color blanco brillante, grandes ventanales de vidrio también enmarcados en blanco y una fachada de azulejos donde se lee "Central Elétrica", un recordatorio de la vida pasada del edificio como una central eléctrica.

Después caminé por el casco antiguo, pasando por estrechas calles adoquinadas salpicadas de tiendas, bares y restaurantes para todos los gustos.

Terminé cerca de la Igreja Matriz de Albufeira, fácilmente reconocible por su alto campanario que todavía repica las horas. Esta iglesia neoclásica fue construida en el siglo XVIII, reemplazando a la iglesia original destruida durante el terremoto de 1755. En el interior la decoración es muy modesta en comparación con otras iglesias del Algarve. El altar principal está adornado con una hermosa pintura de Samora Barros, que se encuentra detrás de la estatua de Nossa Senhora da Conceição (Nuestra Señora de la Concepción), la patrona de la ciudad.

Desde aquí, continué hacia otra iglesia, la Igreja de São Sebastião, que alberga el Museo de Arte Sacro de Albufeira. El museo reúne una serie de elementos religiosos pertenecientes a varias iglesias de la región que sobrevivieron al terremoto. Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue la sección con los azulejos pintados a mano, especialmente el colorido panel con Jesús y los ángeles.

A la vuelta de la esquina se encuentra el Museo Arqueológico de Albufeira, que muestra la evolución de la ciudad desde los tiempos prehistóricos hasta la edad moderna. Más allá de la exposición permanente, el museo también tiene un espacio para espectáculos temporales y una biblioteca temática.

Salí del museo y me dirigí a Cabana Fresca para almorzar. Situado en el borde de Praia dos Pescadores, el restaurante ofrece una vista increíble sobre el océano y un menú lleno de delicias de pescado y marisco, como era de esperar dada su ubicación. Como entrada, pedí Camarão à Pescador, un plato de gambas fritas cocinado con cebolla y ajo, seguido de un delicioso arroz con marisco y acompañado de una copa de vino blanco.

En lugar de alojarme en otro hotel, Iberian Escapes me reservó un apartamento con terraza y vistas al mar, muy cerca del casco antiguo y de la playa, el lugar perfecto para relajarse después de mi ajetreada mañana. Me instalé en el apartamento y tras una hora regresé al exterior para visitar una de las playas más hermosas de Albufeira, Praia de São Rafael.

Albufeira tiene una enorme variedad de playas. Praia dos Pescadores es la más fácil de alcanzar porque está ubicada cerca del centro de la ciudad, pero hay muchas otras que se extienden a lo largo de la costa y que son dignas de visitar. De todas ellas, me recomendaron la Praia de São Rafael. Esta pequeña playa está rodeada de impresionantes acantilados de color naranja y formaciones rocosas únicas que han sido moldeadas por el viento y las olas. Dos de ellas incluso tienen nombres: "Ponte Pequena" (Puente Pequeño) y "Ninho das Andorinhas" (Nido de Golondrinas). La mayoría de estas formaciones rocosas continúan bajo la superficie, lo que lo convierte en un excelente lugar para bucear. Cuando hace buen tiempo puedes unirte también a un recorrido de stand-up paddle y explorar las cuevas y grutas cercanas a la playa.

Cuando llegué, la playa estaba tranquila, la temporada de baño estaba a punto de terminar y solo había unas pocas personas tumbadas en la arena. Me senté en el café y disfruté de las vistas mientras esperaba el menú. Tomé un refrigerio rápido y luego volví al centro de la ciudad para cenar en Dom Carlos. Considerado uno de los mejores restaurantes de Albufeira, Dom Carlos a menudo está lleno de clientes, por lo que siempre es bueno reservar con antelación. Este encantador restaurante está dirigido por un dúo familiar, Peter y Ana, claramente apasionados por la comida que sirven. Más que una comida, me ofrecieron una exquisita experiencia gastronómica, con un plato delicioso tras otro, de los aperitivos hasta el postre: un total de cinco platos.

Una vez terminada la cena me dirigí a la Avenida Dr. Francisco Sá Carneiro, comúnmente conocida como “The Strip”, para hacerme una idea de la vida nocturna de Albufeira. Cuando se pone el sol, las luces de neón iluminan The Strip, dejando al descubierto su larga estela de bares y discotecas. En medio de este entorno colorido encontré el Blues Bar, y fue en este pub tranquilo tomando una cerveza que terminé mi primera noche en Albufeira.

Mapa de la ruta del primer día en Albufeira





Día 2

Este es el último día de nuestro tour de 2 días por Albufeira, y el día 10 de nuestra visita al Algarve. Hoy viajaremos de Albufeira a Paderne.

Desde la distancia, Albufeira es un mar de casitas encaladas en una colina, y no hay mejor lugar para fotografiar esto que el Miradouro Pau da Bandeira, un pequeño mirador situado en Praia dos Pescadores, a solo unos pasos de mi apartamento.

Después de hacer las maletas, fui a caminar y tomé algunas fotos. El plan era conducir hasta Paderne, un pequeño pueblo en el extremo norte de Albufeira, pero primero necesitaba un poco de desayuno.

Pasé por el puerto deportivo de Albufeira y me detuve en Café Gazetto, uno de los muchos cafés frente al mar en el área. Mientras que el puerto deportivo de Albufeira es mucho más pequeño que el de Vilamoura, este tiene algo muy especial, un bloque de bonitos edificios de tonos pastel en color rosa, amarillo y azul, un espectáculo que no pude evitar agregar a mi colección de fotos.

Después del desayuno, volví a la carretera rumbo hacia Paderne. Durante el camino paré en Algarve Shopping, un centro comercial al aire libre en Guia con más de cien tiendas, una zona de restaurantes y un cine. A diferencia de la mayoría de resplandecientes centros comerciales, Algarve Shopping evoca la arquitectura de la región con sus fachadas azules y blancas y también a través de su logotipo, que representa una cigüeña, un ave que se puede observar con frecuencia en todo el Algarve. Paseé por el centro comercial durante unas horas y compré un par de cosas. Cuando regresé al coche, ya era pasado mediodía, así que decidí tomar un desvío rápido para almorzar en O Teodósio.

La ciudad de Guia es famosa por su pollo, conocido localmente como "Frango da Guia", ¡así que no podía irme sin probar uno! O Teodósio debe estar haciendo algo bien porque han estado sirviendo esta especialidad local desde 1982. El restaurante está clasificado entre los mejores de la región, así que quise comprobar si era cierto todo lo que dicen. Solo hay dos cosas que el personal te preguntará una vez te sientes: si quieres el pollo con o sin piri piri, y qué tomarás para beber. Pedí el mío con piri piri y pedí también una cerveza. Unos minutos más tarde, llegó mi cerveza y poco después tres platos de metal fueron colocados sobre la mesa. Uno con el pollo, el otro con una gran porción de patatas fritas y finalmente uno con ensalada de tomate y cebolla aderezada con vinagre y aceite de oliva, una ensalada muy típica en el Algarve. Me tiré a la piscina de inmediato, comenzando, por supuesto, con el pollo, que sabía tan bien como parecía. La piel era crujiente, la salsa piri piri estaba en su punto y el pollo en sí estaba cocinado a la perfección: me atrevo a decir que fue uno de los mejores pollos que he comido jamás.

Habiendo tachado esto de mi lista, estaba lista para continuar mi viaje. Unos 20 minutos después de dejar el restaurante, llegué a Azenha do Castelo, un antiguo molino de agua en el pueblo de Paderne. Aparqué el coche y comencé a caminar hacia el Castillo de Paderne. Crucé un viejo puente medieval y ascendí por una colina hasta que finalmente llegué a sus pies. Este castillo es uno de los siete castillos representados en la bandera nacional portuguesa. Fue construido en el siglo XII, cuando el Algarve fue ocupado por los árabes, y más tarde reconquistado por los portugueses en 1248. Hoy en día solo quedan algunos restos de esta antigua fortificación: sus paredes circundantes de color ocre y una iglesia en ruinas, que data del siglo XVI.

Volví al coche y conduje hasta la Galería de Arte Côrte-Real, una de las gemas ocultas de Albufeira. Situada en una antigua granja rodeada de majestuosos campos verdes, la galería presenta una colección de obras de arte contemporáneo de artistas nacionales e internacionales. También venden cerámicas pintadas a mano y aceite de oliva de origen local. En el exterior hay un agradable terraza donde uno puede tomarse un descanso y disfrutar de una taza de café.

De la galería fui directamente a Entrecolinas, mi hotel para la noche. El hotel es un santuario tranquilo en el corazón de la campiña del Algarve. Todas las habitaciones tienen vistas a las montañas cercanas y también hay una piscina donde poderse refrescar en un caluroso día de verano.

Para la cena, me dirigí al pueblo y comí en el restaurante Veneza. Lo primero que noté cuando llegué fue la pared repleta de vinos. Hay miles y miles de botellas apiladas en los estantes de madera del restaurante esperando a ser servidas en un vaso, incluyendo botellas de vino de Oporto, vino de Madeira e incluso una gran selección de whisky. Afortunadamente para mí, la elección fue fácil cuando le pedí al camarero que me sugiriera una botella para acompañar mi pedido de lomo de cerdo con almejas. Volvió con una botella de vino tinto que ya había desaparecido cuando llegué al postre, una deliciosa tarta de algarroba y mi despedida de Albufeira, ya que viajaré a Silves mañana por la mañana.

Mapa de la ruta del primer día en Albufeira





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