DescubrA Sintra Y Cascais En 3 Días

Descubra qué visitar en Sintra y Cascais con nuestro itinerario para tres días. Desde palacios de ensueño hasta playas salvajes y viñedos, sobran las opciones en estas dos pequeñas ciudades portuguesas.

Si busca un destino para visitar en un día desde Lisboa, Sintra es el lugar perfecto para empezar, ya que resulta fácil de acceder en tren desde el centro y es una de las paradas más populares de Portugal. Usado antiguamente como residencia de verano de la realeza, ahora abre sus puertas a visitantes de todo el mundo como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Tal es el encanto que tiene, que incluso Lord Byron declaró que se trataba de una de las localidades más hermosas de Europa.

La mayoría de la gente solo pasa un día aquí, pero nosotros le sugerimos que le dedique al menos un día más, para visitar las playas y probar la gastronomía local.


Día 1

Recorrer Sintra, Portugal

Nuestro tour de Sintra comienza en el corazón de la ciudad con una degustación de la repostería local. Desde aquí, les llevaremos por una ruta a través de las principales atracciones turísticas de Sintra, entre las cuales está el infame Palacio Nacional da Pena. Si bien esta ciudad turística se encuentra a tan sólo unos kilómetros de Lisboa, no se parece en nada a la capital, cosa que podréis apreciar tan pronto salgáis de la estación de tren y veáis las verdes colinas de Sintra. 


Qué hacer en Sintra - Mañana

Después de pasar tres días en Lisboa, estaba listo para subir a un tren y descubrir una ciudad distinta. Tal y como me había sugerido Iberian Escapes me dirigí a Sintra, una romántica localidad a pocos kilómetros de la capital.

Salí de la estación de Rossio y tras 40 minutos en tren estaba en el corazón de Sintra. Pese a las ganas de explorar la ciudad, primero debía dejar las cosas en el hotel, así que me subí al primer taxi que ví y me dirigí a Penha Longa Resort. Situado entre las montañas de Sintra, este resort llamó mi atención cuando buscaba un lugar para quedarme. Dejando de lado todo el lujo de sus instalaciones, sus jardines y sus vistas de la ciudad fueron lo que me hicieron decidirme por este hotel de entre todas las opciones.

Una vez solucionado el tema de la habitación, me dirigí al conserje para pedir las llaves de mi coche de alquiler, mi compañero durante las próximas semanas, mientras continúo mi viaje por Portugal. Pero primero me quedaré con Sintra y todo lo que esta ciudad tiene que ofrecernos.

Con mi nuevo coche conduje hasta el centro de Sintra para visitar los principales puntos de interés turísticos. Empezamos con Piriquita, una cafetería famosa por su repostería – queijadas y travesseiros. Las primeras tienen forma de tarta, y están hechas de queso, huevo, leche y azúcar, mientras que los travesseiros están hechos de hojaldre relleno de crema de almendra. Al igual que con los Pastéis de Belém, puede escoger comer dentro de la cafetería o pedirlos para llevar.

Cuando llegué había unas pocas mesas dentro, por lo que decidí quedarme y degustar esos deliciosos dulces acompañados de un café.


Terminado de comer, paseé hasta el Palacio Nacional de Sintra. Sus altas chimeneas en forma de cono son una de las primeras cosas que apreciamos al llegar a Sintra. A pesar de su aspecto moderno, este palacio del siglo IX es uno de los mejores conservados del mundo. En el siglo XVI el rey Manuel I decidió  modernizar el edificio, creando habitaciones nuevas como la Sala dos Brasões, que contiene los blasones de la nobleza portuguesa. Ésta habitación es uno de los principales atractivos del palacio, no sólo por los blasones que coronan el techo sino también por su impresionante colección de paneles de azulejos cubriendo las paredes de arriba abajo.

La siguiente parada fue Quinta da Regaleira. Allí dentro perdí la noción del tiempo, por todas las cosas que había por hacer. Es difícil imaginar que este lugar místico fue una vez una propiedad privada.

Además de un palacio y una capilla, encontrará grutas, túneles, y fuentes por todo el parque. Obviamente no podía dejar de ver la escalera de caracol que conduce al pozo ni el camino de baldosas que cruza el agua, los dos elementos característicos de Quinta da Regaleira.

Cuando me dí cuenta de la hora ya era la hora de comer, por lo que cogí el coche y conduje hasta INcomum, cerca de la estación de tren de Sintra. INcomum es un moderno restaurante portugués dirigido por el Chef Luís Santos. Tienen un menú especial para el mediodía, el cual incluía un delicioso risotto de gambas por lo que decidí probarlo.

Tarde

Por la tarde visité dos lugares de interés más: Castelo dos Mouros y el Palacio Nacional da Pena. En lo alto de una colina, el castillo ofrece unas vistas espectaculares de las montañas de Sintra. Caminando por la muralla pude ver la ciudad al completo, pero lo que llamó mi atención es el Palacio Nacional da Pena, al otro lado de la colina. No podía aguantarme las ganas de verlo más de cerca, por lo que emprendí el camino hacia el palacio.

Es imposible no darse cuenta de la estructura ecléctica del Palacio Nacional da Pena. El edificio mezcla diferentes estilos arquitectónicos, incluyendo el neoárabe, neogótico, y neorrenacentista. Sus muros de colores brillantes ayudan a crear un ambiente de cuento de hadas, pero también vale la pena echar un ojo al interior, que se quedó prácticamente intacto desde que la última familia real portuguesa lo dejó en 1910. Dentro encontrará habitaciones decoradas con azulejos, mobiliario europeo y porcelana oriental. Si tiene tiempo, asegúrese de explorar el parque también, repleto de pasadizos secretos y pequeños lagos. Para quedarme con la mejor vista del parque, subí al punto más alto llamado Cruz Alta.


A pesar de que fue un día agotador, conducí un poco más lejos para cenar en Curral dos Caprinos, un restaurante local conocido por su cabrito. Pedimos cabrito a la brasa, delicioso y más que suficiente para la cena.

Cómo comprar las entradas para las atracciones turísticas de Sintra

Puede comprar entradas online o en persona al llegar a los monumentos. Nosotros recomendamos que las compre online para ahorrarse tiempo y dinero. El precio suele variar dependiendo de la atracción pero hay descuentos para mayores, niños y jóvenes. La mayoría de las entradas están disponibles en la Oficina de Parques de Sintra

Para Quinta da Regaleira tendrá que comprar los tickets directamente en la entrada. 

Mapa para el itinerario del primer día por  Sintra


Día 2

Playas y viñedos de Sintra

Aunque la mayoría de gente visita Sintra por sus monumentos, esta ciudad también cuenta con hermosas playas y viñedos. 

Si está preguntandose qué más cosas tiene que ofrecer Sintra aparte de las principales atracciones turísticas, únase a nosotros y le mostraremos todo lo que no se puede perder.


Mañana

No tuve tiempo para visitar el Palácio de Monserrate el primer día, por lo que me dirigí allí nada más comenzar la jornada. 

A diferencia de otros palacios de la zona, Monserrate no fue construido para la Realeza, sino para un comerciante británico. Datado del siglo XVIII, este edificio fue el hogar del novelista William Beckford, y posteriormente de Sir Francis Cook, otro caballero inglés y coleccionista de arte. Ambos transformaron el palacio en lo que es hoy en día. La mayoría del edificio es una mezcla entre neogótico y neoárabe, con arcos góticos por todos lados. Incluso el interior está lleno de arcos y pequeños pasillos con columnas de mármol, lo cual no esperaba en absoluto. 

Dentro también hay una biblioteca, una sala de billar, una capilla, y otros salones y habitaciones. La mayoría del mobiliario fue retirado de manera que el foco estuviera puesto en los tejados y las paredes.

Después de visitar Monserrate, conduje hasta Convento dos Capuchos. Inicialmente un monasterio franciscano, Capucho es completamente diferente a los monumentos opulentos de Sintra. Aquí la naturaleza se ha adueñado de todo y la densa vegetación trepa por las piedras de granito y los antiguos aposentos de los monjes. Dentro de dichas habitaciones no encontrará más que una cama de piedra y corcho en las paredes. Caminar por Capuchos es como explorar un paisaje de hobbits, con pasadizos estrechos que conectaban las pequeñas casitas.

Después de esto me dirigí a Praia da Adraga, una playa escondida en la costa de Sintra. El lugar es pacífico y silencioso, por lo que pude sentarme un rato y relajarme un poco. Hay un pequeño restaurante en la orilla y allí es donde comí al mediodía. No podría haber escogido un mejor lugar para disfrutar de pescado a la parrilla que sentado en un restaurante con el océano de fondo.

Tarde

Por la tarde me uní a una visita guiada por Adega Regional de Colares. Esta viña local se encuentra en Colares, entre las montañas y la costa de Sintra. El equipo de Iberian Escapes me reservó el la visita con antelación, por lo que sólo tenía que reunirme con el guía en la puerta.

Empezamos visitando las instalaciones de producción de vino, donde aprendí sobre el proceso de producción de vino de Colares, así como de su historia. Parece ser que Colares tiene los únicos viñedos de Europa que sobrevivieron a la plaga de filoxera del siglo XIX, gracias al terreno arenosos y al  clima marítimo de la región. Colares consiguió la Denominación de Origen en 1908, y pese a producir a baja escala sigue siendo un vino de referencia por su calidad. Después de la visita por los viñedos nos acercamos a la bodega principal. Además del DO de Colares, también producen vino para la región de Lisboa, como Chão Rijo, vino blanco con un toque cítrico.

Una vez terminada la cata, continué hasta Praia das Maçãs, siguiendo las vías del tren hasta llegar a la playa. Está mucho más concurrida que Adraga, pero aún así valió la pena la visita. Pasé unas horas aquí, disfrutando del sol antes de retomar la marcha hacia Azenhas do Mar.

El viaje hasta Azenhas do Mar no me llevó más de diez minutos, y las vistas a lo largo del camino son increíbles ya que la carretera pasa por la costa. Me detuve en el Miradouro das Azenhas do Mar y desde aquí pude capturar el pueblo al completo, con sus casas blancas aferrándose a un acantilado. Justo debajo de ellas está el restaurante Azenhas do Mar, donde iba a cenar. Antes de que el camarero llegase con el menú disfruté de la puesta de sol. Con el mar al lado, no se puede pedir otra cosa que no sea marisco. Esta vez me decidí por pulpo a la parrilla servido con patatas asadas y un salpicado de aceite de oliva.

Disfruté descubriendo un lado diferente de Sintra, y no podía esperar a mañana para seguir explorando la costa portuguesa en nuestra siguiente aventura por Cascais.

Cómo llegar a Sintra desde Lisboa

  • Tren de Lisboa a Sintra - la mejor manera de llegar es cogiendo el tren en la estación de Rossio. El viaje es de unos 40 minutos, y debe bajarse en la última parada. De media, los billetes cuestan 2,25€ sólo ida, pero también puede ahorrar dinero usando la tarjeta Zapping. Puede ver los horarios de tren aquí.
  • Taxi de Lisboa a Sintra – un taxi de Lisboa a Sintra suele costar alrededor de 30€, pero dependiendo del tráfico y del equipaje, los precios pueden variar.

Dónde alojarse en Sintra

Hay muchos hoteles en los que pasar la noche en Sintra. Si desea quedarse cerca del centro le recomendamos Tivoli Palácio de Seteais, un hotel de lujo dentro de un palacio del siglo XVIII con vistas privilegiadas al Palacio Nacional daPena y numerosas instalaciones como un spa y una piscina exterior. Otra buena opción es Penha Longa Resort, especialmente si busca un retiro tranquilo en Sintra. Este hotel de 5 estrellas se encuentra en medio de colinas y exuberantes jardines frondosos, y cuenta con todo lo que pueda imaginarse, desde clases de golf hasta un restaurante de estrella Michelín.


Mapa para el itinerario del segundo día por Sintra.


Día 3

Un día en Cascais

Pase un día en Cascais y visite algunas de las mejores playas de Lisboa y de los maravillosos paisajes que este pueblo costero tiene que ofrecer. Los acantilados en Boca do Inferno y las vistas desde Cabo da Roca, el punto más occidental de Europa, se merecen una visita.

Es sencillo conducir hasta Cascais, pero también puede coger un tren desde Lisboa, o un bus desde Sintra. Las opciones de ocio aquí son numerosas, desde surfear hasta rutas de ciclismo a lo largo de la costa.

Empiece el día caminando por el pueblo o relajándose en una de las playas locales. La Praia da Rainha está justo en el centro des Cascais, pero si viene de Sintra le recomendamos que vaya primero a la Praia da Ursa, escondida en la costa. Después siga hasta Cascais parando en algunos puntos de interés tales como el Santuário da Peninha y la Praia do Guincho. Antes de dirigirse al centro, asegúrese de visitar Cabo da Roca y Boca do Inferno, dos puntos de interés bien conocidos de la zona. También puede hacerlo por la tarde y esperar a la puesta de sol ¡Usted elige!


Mañana

Me he quedado en Sintra durante dos días y visité la mayoría de los atractivos turísticos. Ahora es hora de dirigirse a Cascais a pasar el día. En lugar de dirigirme directamente al pueblo, decidí hacer algunas paradas por el camino.

La primera fue Praia da Ursa, una playa recóndita cerca de Sintra. No fue fácil bajar por el empinado sendero, pero vale la pena por ver los inmensos farallones del océano apilándose tan cerca de la costa. Las formaciones rocosas toman diversas formas y una de ellas es la que da nombre a la playa, dado que se parece a un oso (urso).

El acceso puede resultar peliagudo para algunos, pero si lo consigue habrá valido la pena.


Cerca de la playa se encuentra Cabo da Roca, un cabo accidentado considerado el punto más occidental de Europa. A 150 metros sobre el nivel del mar, ofrece una vista panorámica de todo el Atlántico, así como de las montañas de Sintra, pues se encuentra en medio de las dos. El poeta portugués Camões describió Cabo de Roca como el lugar “donde la tierra acaba, y el mar comienza”. Estas palabras se encuentran grabadas en una piedra conmemorativa en el mirador, así como las coordenadas y la etiqueta de punto más occidental de Europa.

Una vez ha disfrutado de las vistas desde el mirador tómese un tiempo para caminar por la costa, siguiendo los senderos hasta el faro o hacia la izquierda del monumento.

Después de visitar Cabo da Roca continué conduciendo hasta Santuário da Peninha. En medio de las montañas de Sintra, este antiguo santuario está cerrado al público, pero sus terrazas ofrecen vistas maravillosas al mar. Puede haber algo de brisa aquí arriba, por lo que es mejor llevar ropa de abrigo.

De vuelta en la carretera me puse en marcha hacia la Praia do Guincho. A diferencia de Ursa y sus empinados acantilados, esta playa está compuesta por extensos tramos de arena y pequeñas dunas. Está claro que las olas son su principal atractivo, como demuestran los surfistas entrando y saliendo del agua. Si siente la tentación de unirse, puede alquilar una tabla de surf o reservar una clase de surf directamente en la playa.

Para comer el equipo de Iberian Escapes me recomendó ir a Fortaleza do Guincho, un restaurante con estrella Michelín con vistas a la playa que se especializa en marisco fresco y postres deliciosos. 


Tarde

Desde Guincho conduje hasta Boca do Inferno (Boca de Infierno), un acantilado moldeado por el mar que ahora es uno de los sitios más visitados de Cascais. Desde aquí pude ver las olas golpear la cueva abierta bajo mispies. En verano está tranquilo, pero el invierno trae olas mucho más violentas y es entonces cuando se ve el agua brotar desde la cueva.


Existe una ruta en bicicleta desde aquí a Cascais, pero decidí seguir conduciendo hasta el centro y pasar el resto del día caminando.

Visité el Farol de Santa Marta, un pequeño museo de faros. Después crucé la calle y me acerqué al parque Marechal Carmona, donde se encuentra el Museo del Conde de Castro Guimarães. Este establecimiento frente al mar cuenta con varios cuadros, cerámicas y una biblioteca con más de 25.000 libros. También disfruté caminando por el propio parque, contemplando los pavos reales y los patos nadando en el lago.

Después de parque caminé hasta Cascais Marina (Puerto deportivo de Cascais). Además de los barcos, el puerto deportivo cuenta con algunos restaurantes en donde tomar algo. De camino al centro pasé por Cidadela, un antiguo fuerte construido entre el siglo XV y el XVII que en la actualidad es un hotel.

Continué un par de horas explorando las calles de Cascais y para cenar me dirigí a Hífen, un pequeño restaurante cerca de Praia dos Pescadores. Pedí croquetas de entrante y pulpo a la gallega de plato principal, el cual estaba cocinado a la perfección.

Este es el final de mi viaje por los alrededores de Lisboa, mañana me dirijo a Sesimbra y Azeitão.


Qué hacer en Cascais por la Noche

Puede que quiera irse a casa después de cenar, pero todavía quedan algunas cosas que puede hacer en Cascais por la noche. Puede, por ejemplo, tomar algo en el puerto deportivo, o probar suerte en el Casino de Estoril, uno de los más grandes de Europa. Si está en Cascais entre jueves y domingo también puede pasarse por el Jazz Club para disfrutar de un espectáculo en directo.

Cómo llegar a Cascais desde Lisboa

  • En tren desde Lisboa a Cascais - la mejor forma de llegar es cogiendo el tren en Cais do Sodré. El viaje dura unos 40 minutos y sólo tiene que bajarse en la última parada. Por lo general los billetes cuestan 2,25 € pero también puede ahorrar dinero usando la tarjeta Zapping. Puede consultar los horarios aquí.
  • Taxi desde Lisboa a Cascais - un taxi puede costar unos 40€, pero los precios pueden variar en función del tráfico o el equipaje.

Cómo llegar a Cascais desde Sintra

Hay dos buses que conectan Sintra y Cascais–403 y 417. El primero es más rápido, y tarda unos 30 minutos. El segundo tarda una hora pero el trayecto tiene mejores vistas, bordeando la costa y pasando por los acantilados de Cabo da Roca. Los billetes cuestan 4,25€  y puede comprárselos al conductor. Los horarios pueden consultarse online en verano e invierno.

Dónde alojarse en Cascais 

Si decide quedarse en Cascais una noche le sugerimos que reserve una habitación en la Villa Cascais o en la Grande Real Villa Itália. La Villa Cascais es una pequeña y lujosa casa de huéspedes que antaño fue una residencia de nobles. Situada en el corazón de Cascais, este lugar ofrece vistas al mar y un elegante restaurante especializado en cocina moderna portuguesa. Un poco más alejado del centro está Villa Itália, un hotel de cinco estrellas que cuenta con un spa y tres restaurantes inspirados en la comida portuguesa e italiana. También está la opción de quedarse por la zona de Sintra, a tan solo unos kilómetros de Cascais.


Mapa del itinerario del tercer día por Cascais

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